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Formación y Desarrollo
Muchas veces en el entorno laboral se escuchan los términos de Coaching Ejecutivo y Mentoring Ejecutivo y se suelen confundir cómo dos herramientas iguales para un mismo propósito. A pesar de ser parecidas no son lo mismo, puesto a que hay diversos factores que las diferencian y determinan para ser la mejor opción en distintos escenarios.
Para poder definir cuándo implementar cada una, lo primero es conocer las diferencias y características principales de cada una. La mayor característica para distinguir el Coaching del Mentoring es que el primer proceso es externo a la organización, ello se debe a que el Coach es una persona que no tiene rol dentro de la empresa por lo que puede brindar una opinión y perspectiva objetiva. Por otro lado, el Mentoring es un proceso interno, ya que el Mentor es una persona con gran experiencia que trabaja dentro de la organización para así compartirla y orientar a los demás colaboradores en sus funciones.
En el Coaching, la persona encargada de liderar el proceso se le denomina cómo Coach. El Coach asume un rol de cuestionador y retador, dejando que el coachee dirija el programa, dado que el Coaching ejecutivo se enfoca en la actuación y gestión del coachee en razón a objetivos concretos de mejora en su desempeño laboral. Es por ello que el Coach no comparte su experiencia con en el coachee, más si le da feedback para que rectifique errores o supere barreras concretas. Siendo el propósito del Coaching ejecutivo promover el cambio de conductas para que el coachee tenga las herramientas necesarias para cumplir su rol.
El Mentor por otro lado cumple el rol de orientador. Él debe ser un modelo a seguir, que enseña y comparte sus experiencias para que los demás colaboradores puedan absorber sus conocimientos. Es quien dirige el programa, enfocándose en que las oportunidades de desarrollo del mentee.
Teniendo más en claro los roles de un Coach versus los de un Mentor, se puede evidenciar en qué situaciones cada proceso es más eficiente. El Coaching ejecutivo al ser un proceso externo, es más efectivo cuando se busca mejorar el desempeño de un colaborador que ya tiene experiencia. Por lo que si se busca formar y desarollar lideres el Coaching es la mejora herramienta. Además, el Coaching es la mejor opción para obtener resultados a corto plazo, considerando que el riesgo que supone es menor también. Para conocer en qué otros momentos debes aplicar el Coaching ejecutivo lee aquí.
El Mentoring ejecutivo es lo contrario, puesto a que este ofrece resultados a largo plazo. Las mejores situaciones para aplicarlo es para mantener el conocimiento en la empresa y la retención de talento. Muchas veces cuando empresa se enfrenta a la pérdida de un colaborador con larga trayectoria se suele perder de igual manera la experiencia. Por ello, el Mentoring ejecutivo no es sólo para un momento en específico, sino que debe aplicarse como buena práctica. De esta manera el conocimiento y experiencia del equipo seguirá creciendo y se asegurará la sostenibilidad del negocio.
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